Reconocer, comprender y tratar el lipoedema

La oculta y extendida enfermedad del lipoedema. Una enfermedad dolorosa y debilitante que puede tener graves consecuencias para las afectadas. Al fin y al cabo, entre el 10 y el 18 por ciento de las mujeres de 25 a 65 años la padecen. Sin embargo, a pesar de su prevalencia, esta afección apenas es reconocida por el público e incluso los expertos médicos pasan por alto y malinterpretan lo que les ocurre a las afectadas. Entonces, ¿qué ocurre con el lipoedema y qué pueden hacer quienes lo padecen?

En las personas que sufren lipoedema, las células grasas se hinchan, especialmente en las piernas o los brazos. La presión constante sobre los vasos linfáticos provoca cambios degenerativos en los vasos linfáticos. cambios en los vasos linfáticos, lo que reduce la capacidad de transporte se reduce. Como resultado, el líquido permanece en el tejido y provoca edema. Si esta afección persiste durante un período de tiempo prolongado, esto conduce a que las zonas afectadas inflamación y depósitos de colágeno. depósitos de colágeno. Este colágeno conduce a una irreversible irreversible del tejido conjuntivo, lo que se conoce como fibrosis. Estos síntomas suelen malinterpretarse y confundirse con la obesidad o descartarse como un simple problema estético.

También es difícil imaginar cómo puede ser la vida con un lipoedema: Desde sentirse invisible porque los médicos no se lo toman en serio, hasta la discriminación por parte de desconocidos cuando los afectados intentan hacer cosas cotidianas, como comprar en tiendas de ropa. En esta entrada del blog, también analizamos por qué los afectados merecen más atención para obtener la ayuda y la comprensión que tanto necesitan.

¿Cuáles son las causas del lipoedema?

Se desconocen las causas exactas del lipoedema, pero hay factores que pueden aumentar el riesgo de padecerlo. Entre ellos se incluyen:

  • Desequilibrio hormonal: puede deberse a fluctuaciones de hormonas como los estrógenos, la progesterona y la testosterona.
  • Predisposición genética: Ciertos genes pueden estar asociados con un mayor riesgo de desarrollar lipoedema.
  • Edad: el lipoedema es más frecuente en las mujeres de mediana edad que en los hombres y los niños, probablemente porque sus hormonas cambian durante este periodo.
  • Obesidad: El sobrepeso o un índice de masa corporal (IMC) superior a la media pueden aumentar el riesgo de lipoedema.
  • Sedentarismo: Una actividad física insuficiente puede contribuir a la aparición de lipoedema.
  • Estrés: los niveles de estrés persistentemente elevados pueden aumentar el riesgo de lipoedema.
  • Dieta: Una dieta rica en grasas, azúcares y calorías puede aumentar el riesgo de desarrollar lipoedema.
  • Antecedentes de traumatismos: Las lesiones o traumatismos previos en las piernas y las caderas pueden contribuir a la aparición de lipoedema: Ciertas ocupaciones que implican permanecer de pie durante largos periodos de tiempo, como la hostelería, pueden aumentar el riesgo de desarrollar lipoedema.
  • Enfermedades: Ciertas afecciones médicas como la diabetes, el hipotiroidismo, las enfermedades renales y el linfedema pueden aumentar el riesgo de desarrollar lipoedema.
  • Medicamentos: Ciertos medicamentos, como los utilizados para tratar el cáncer, pueden causar lipoedema.

¿Cuáles son los síntomas del lipoedema?

Como enfermo de lipoedema, puede resultar frustrante experimentar los síntomas de una afección que a menudo se malinterpreta. Sin embargo, la identificación precoz y la comprensión de los signos son cruciales para tomar las medidas adecuadas para aliviar los síntomas.

Pesadez en las piernas o los brazos: Una sensación común de fatiga en las zonas afectadas.

Depósitos de grasa visibles y palpables e hinchazón en piernas, brazos y nalgas sin el correspondiente aumento de peso.

Sensibilidad al dolor en las zonas afectadas: dolor en las piernas, brazos y nalgas, especialmente cuando se aplica presión y cuando se toca.

Tendencia a la aparición de hematomas y cambios en la piel, como hoyuelos, similares a la piel de naranja.

Ningún cambio a pesar del ejercicio o las dietas: Depósitos de grasa persistentes que no desaparecen a pesar del ejercicio regular y las dietas.

Restricción de la libertad de movimientos e irritación de la piel en la zona afectada, a menudo causadas por la hinchazón y la presión.

Identificar y comprender los síntomas del lipoedema es el primer paso para mejorar su calidad de vida. Si te reconoces en los síntomas descritos, busca una consulta con un especialista en flebología o linfología para obtener un diagnóstico fundamentado.

Las etapas del lipoedema

El lipoedema puede dividirse en tres estadios según su aspecto anatómico apariencia y los hallazgos de presión se puede dividir en tres etapas pueden clasificarse. La gravedad de los síntomas o el volumen del edema del edema no importan.

  • Etapa I: superficie de la piel lisa, tejido adiposo subcutáneo engrosado, estructura grasa nodular fina.

  • Etapa II:
  • Etapa II: superficie de la piel irregular, áspera, estructura nodular de la grasa.

  • Etapa III: superficie de la piel irregular, áspera, estructura nodular de la grasa.

  • Etapa III: superficie de la piel y tejido subcutáneo más rugoso y duro, grandes colgajos de grasa lobulados y deformados.

El dolor del lipoedema puede ser tan intenso, especialmente en el estadio III, que los afectados que los afectados ven limitada su movilidad y por lo tanto también en su vida cotidiana se ven limitados significativamente.

Consejos cotidianos para el lipoedema

La vida cotidiana con lipoedema puede ser un reto, pero existen algunas estrategias que pueden ayudar a controlar los síntomas.

Lleva ropa cómoda: El lipoedema es un trastorno de la distribución de la grasa que provoca una acumulación irregular de grasa en las piernas. Lleva ropa holgada y cómoda que no apriete ni ejerza presión adicional en las zonas afectadas.

Ejercicio regular: El ejercicio regular es importante para favorecer la circulación y mejorar la movilidad. Elija actividades que fortalezcan los músculos y favorezcan el flujo linfático, como la natación o el ciclismo.

Cuida tu dieta: Una dieta consciente puede ayudar a reducir la inflamación y controlar el lipoedema. Evita los alimentos ricos en azúcar y grasas y, en su lugar, céntrate en una dieta con mucha fruta, verdura y proteínas magras.

Utilizar prendas de compresión: El uso de medias o pantalones de compresión puede ayudar a reducir la inflamación y aliviar los síntomas del lipoedema. También proporcionan sujeción y mejoran el aspecto de las piernas.

Solicite asesoramiento médico periódico: El lipoedema es una enfermedad compleja y el tratamiento individualizado es crucial. El consejo médico de un especialista puede ayudar a optimizar su tratamiento y mejorar su calidad de vida.