Establece límites
¡No le debes explicaciones a nadie! Si alguien comenta sobre tu cuerpo o dolor sin que lo hayas pedido, puedes responder educadamente pero con firmeza: *"Gracias por tu opinión, pero mi cuerpo no es asunto tuyo."* Muchas veces, esto basta para cambiar el rumbo de la conversación. La otra persona se quedará sin mucho más que decir.

Ten respuestas rápidas
Si quieres desactivar la situación con humor, puedes responder con un comentario ingenioso. Si alguien te dice: *"¿Quizás deberías hacer más ejercicio?"*, puedes sonreír y contestar: *"Oh, ¿ahora eres experta en lipedema? Entonces, ilústrame."* Así tomas el control de la conversación y devuelves la atención a la persona que hizo el comentario inapropiado.

Educa sobre el lipedema
Sí, es agotador y sí, hay que repetirlo muchas veces, pero a veces hace falta explicarlo cien veces para que familiares y amigos realmente lo comprendan. Habla abiertamente sobre tu enfermedad (pero solo si te sientes preparada), explica los síntomas y deja claro que el lipedema no tiene nada que ver con la pereza o el poco ejercicio. Cuanto más se informe la gente, menos palabras hirientes habrá.

No dejes que todo te afecte
Mucha gente hace comentarios por ignorancia o inseguridad. Eso no significa que sus palabras sean ciertas o que deban afectarte.

Esta columna ha sido un proyecto muy especial para mí. Espero que te haya dado ánimo, inspiración y nuevas perspectivas. ¡Te deseo lo mejor en tu camino!
 

Si tienes preguntas o necesitas más información, puedes encontrarme en Instagram: @taliamenzel.
 

Con cariño,
Tu Talia