
El lipedema es una enfermedad crónica que afecta principalmente a las mujeres y conduce a una distribución irregular de grasa en el cuerpo. Se trata de una sintomatología en la que el tejido graso en las extremidades inferiores, pero también en los brazos, puede hincharse de manera anormal. Desafortunadamente, todavía hay muchos malentendidos y errores que los afectados pueden cometer al intentar lidiar con esta enfermedad. Estos "pecados" pueden empeorar los síntomas o dificultar el proceso de curación.
En este artículo, analizamos los cinco errores más grandes que debes evitar con el lipedema. Pero no te preocupes, no se trata solo de lo que no debes hacer. También ofrecemos soluciones sobre cómo puedes mejorar tu bienestar y aliviar los síntomas.
Aumentar el aumento de peso
1. La alimentación incorrecta
Muchas personas con lipedema tienen dificultades para controlar su peso. Pero hay una diferencia crucial entre el aumento de peso debido al lipedema y el aumento de peso debido a una alimentación poco saludable. La alimentación incorrecta, especialmente una alta ingesta de azúcar, alimentos procesados y grasas trans, no solo puede llevar a un aumento de peso, sino también agravar los síntomas del lipedema.
Los pacientes con lipedema son a menudo más propensos a la retención de líquidos y a las inflamaciones, lo que puede verse agravado por una dieta poco saludable. Por lo tanto, una dieta equilibrada y antiinflamatoria es esencial. Esto incluye alimentos frescos y no procesados como frutas, verduras, grasas saludables (por ejemplo, de nueces o aguacates) y proteínas vegetales. Estos alimentos no solo apoyan tu bienestar general, sino que también ayudan a aliviar los síntomas del lipedema.

Consejo: Evita el azúcar y los alimentos altamente procesados y opta por una dieta equilibrada con poca sal y grasas saludables. Esto ayuda a reducir la inflamación en el cuerpo y a equilibrar el balance de líquidos.
Menos actividad, más quejas
2. Falta de ejercicio

Sin compresión no es posible
3. Falta de compresión
La terapia de compresión es un elemento esencial en el tratamiento del lipedema. Las medias o mangas de compresión ayudan a mejorar la circulación sanguínea y evitan que el exceso de líquido se acumule en los tejidos. Quien prescinde de esta terapia o no la aplica regularmente, corre el riesgo de un empeoramiento de los síntomas.
Un error común es usar medias de compresión solo ocasionalmente o elegir el tamaño incorrecto. La compresión adecuada es crucial para que puedan ejercer su efecto.
Consejo: Asegúrate de usar diariamente la compresión adecuada para reducir la hinchazón y promover el líquido linfático en el tejido. Si cambias tus productos de compresión regularmente y los cuidas bien, el éxito de esta terapia aumenta enormemente.
El problema subestimado
4. Estrés y carga psicológica
El estrés es un factor a menudo subestimado que puede llevar a un empeoramiento de los síntomas en pacientes con lipedema. El cuerpo reacciona al estrés liberando cortisol, una hormona que puede intensificar la inflamación en el cuerpo. El estrés no solo conduce a una mayor percepción del dolor, sino que también influye en el equilibrio hormonal y, por lo tanto, puede afectar negativamente al lipedema.
Consejo: Encuentra métodos de relajación que se adapten a ti. La meditación, los ejercicios de respiración o las pausas regulares pueden ayudar a reducir el nivel de estrés y aliviar los síntomas. También un paseo regular al aire libre a menudo hace maravillas.

Autoayuda en lugar de asesoramiento profesional
5. Falta de opciones de tratamiento
Existen numerosas opciones de tratamiento que pueden facilitar considerablemente la vida con lipedema. Entre ellas se incluyen, entre otras, el drenaje linfático manual, masajes específicos o también dispositivos médicos como el Venen Engel EMS Venen Board, desarrollado específicamente para el tratamiento de hinchazones. Sin embargo, muchas personas afectadas buscan ayuda solo cuando los síntomas ya están muy avanzados, en lugar de tomar medidas preventivas a tiempo.
Consejo: Consulta con tu médico o terapeuta con anticipación e infórmate sobre métodos de tratamiento de apoyo. Un concepto de terapia adaptado individualmente puede ayudarte a aliviar los síntomas de manera efectiva.

Conclusión:
Así puedes aliviar los síntomas de tu lipedema

Setu Bandhasana
Puente de hombros
Acuéstate sobre la espalda, coloca los pies cerca de los glúteos y levanta las caderas. Esta postura alivia la parte baja de la espalda y favorece la circulación en el abdomen y el pecho.
Inversiones
Usar la gravedad a tu favor
Las inversiones son ideales para dirigir el líquido de las piernas de vuelta al torso.
Viparita Karani
Cascada
Acuéstate de espaldas y estira las piernas hacia arriba en la pared. Esta postura es especialmente útil para reducir la hinchazón en las piernas.

Tu nuevo estilo de vida
Yoga como parte de un estilo de vida holístico
Además de la práctica de yoga, otros factores también juegan un papel en el apoyo al sistema linfático. Una alimentación consciente, una ingesta adecuada de líquidos y el ejercicio regular pueden potenciar los efectos positivos del yoga.
Nutrición y yoga: una combinación perfecta Una alimentación antiinflamatoria puede ayudar a reducir la retención de líquidos. Alimentos como el jengibre, la cúrcuma, los cítricos y las verduras de hoja verde favorecen la circulación y ayudan al cuerpo a eliminar toxinas.
Consejos prácticos para integrar el yoga en la vida diaria: No siempre tiene que ser una sesión larga de yoga. Incluso cinco minutos de respiración abdominal profunda o una breve postura invertida como la cascada pueden ayudar a reducir la hinchazón y relajar el cuerpo.
Meditación y atención plena: También la meditación y los ejercicios de atención plena son valiosas adiciones a la práctica de yoga. El estrés y la tensión interna pueden empeorar la retención de líquidos y la congestión linfática, por lo que la práctica regular de la atención plena ayuda a fomentar la calma mental y la serenidad. Una meditación calmante puede relajar el sistema nervioso e indirectamente contribuir a mejorar el flujo linfático. Consejos para la práctica: Respiración fluida: Presta atención a una respiración profunda y uniforme durante los ejercicios. Atención plena: Para activar el flujo linfático en tus posturas de yoga de manera específica, es importante realizar los movimientos de forma lenta y consciente. Sé atento durante los ejercicios y escucha a tu cuerpo. Si sientes dolor, ajusta la postura o cambia a otra. Regularidad: Realiza estos ejercicios regularmente para obtener los mejores resultados para el flujo linfático.
Conclusión
¿Por qué es útil el yoga para la retención de líquidos?
El yoga es un apoyo suave y a la vez efectivo para el cuerpo y la mente, para estimular el flujo linfático y aliviar el cuerpo. Con la práctica regular de yoga, no solo puedes aliviar molestias físicas como hinchazones y congestiones linfáticas, sino también fortalecer tu conciencia corporal y encontrar relajación mental. Es importante practicar con atención y respetar tus propios límites. Cada cuerpo es diferente, y se requiere paciencia y cuidado para mejorar tu bienestar a largo plazo.
El yoga ayuda con la retención de líquidos, al:
- Mejora la circulación linfática: Ejercicios específicos fomentan la eliminación de exceso de líquido del tejido.
- Estimula la circulación sanguínea: Los movimientos suaves apoyan el flujo sanguíneo y así contribuyen a la reducción de hinchazones.
- Aumenta la flexibilidad y la fuerza: El yoga fortalece los músculos y mejora la flexibilidad, lo que puede reducir las molestias por retención de líquidos.
- Reducción del estrés: El efecto calmante del yoga reduce el estrés, que puede empeorar la retención de líquidos.
Encuentra el estilo de yoga que mejor se adapte a ti:
Ciertos estilos de yoga son especialmente adecuados para estimular suavemente la circulación linfática, aliviar la hinchazón y conectar con tu cuerpo.
Yin Yoga: Yin Yoga es un estilo de yoga tranquilo y meditativo, en el que las asanas se mantienen pasivamente durante un período prolongado (aproximadamente entre 2 y 5 minutos). Se utiliza de manera específica la suave presión del propio peso corporal para dirigirse al tejido conectivo más profundo, las fascias y las articulaciones. Al permanecer estático en las posiciones, se mejora la elasticidad del tejido, se deshacen las adherencias y se estimula el flujo de líquidos en los vasos linfáticos. Esto puede ser especialmente beneficioso en casos de linfedema, ya que reduce las tensiones en el tejido y apoya suavemente la circulación.
Yin Yoga también te ofrece un espacio para la relajación y la atención plena, lo que permite que no solo el cuerpo, sino también la mente se regenere, un enfoque holístico que fortalece el autocuidado y promueve el bienestar.
Hatha Yoga: Hatha Yoga es una práctica tranquila, pero fortalecedora, que apoya el sistema linfático a través de movimientos suaves y conscientes y técnicas de respiración. A través de movimientos lentos y controlados y la concentración en la respiración y la percepción corporal, Hatha Yoga apoya suavemente la circulación sanguínea y puede así reducir las congestiones que a menudo ocurren con la acumulación de agua en el cuerpo.
Las asanas se realizan a un ritmo lento y se mantienen durante algunas respiraciones, lo que hace que el Hatha cree una fuerte conexión entre el cuerpo y la mente y fomente el equilibrio físico y mental.
Vinyasa Yoga (adaptado): Vinyasa Yoga es normalmente un estilo más dinámico, pero una versión adaptada y suave también puede ser útil para promover la circulación linfática a través de movimientos fluidos y un ligero sudor. Una clase suave de Vinyasa puede ayudarte a mantenerte en movimiento y estimular la circulación sin sobrecargar demasiado los tejidos.
Es importante evitar secuencias excesivamente exigentes que puedan sobrecalentarte o impedir el drenaje linfático. Variantes simples de asanas con pausas y tiempo para la regeneración son a menudo más efectivas aquí que posiciones demasiado exigentes o avanzadas.
Pruébalo y siente la diferencia
Descubre cómo la práctica del yoga puede influir positivamente en tu bienestar y el flujo linfático. Solo unos minutos al día, conectando conscientemente con tu respiración y cuerpo, pueden marcar la diferencia: reducir hinchazones, liberar tensiones y brindar una sensación de ligereza y alivio. Tómate el tiempo para practicar con atención plena y darle a tu cuerpo el apoyo que merece, ¡para un día a día saludable, relajado y vital!
Sobre la autora: Barbara es nuestra Brand Manager en Venen Engel y además es profesora de yoga certificada. En sus clases inspiradas en Hatha, acompaña a las participantes en su camino hacia el equilibrio físico y mental, así como al bienestar integral. Con mucha atención, anima a sus alumnos a fortalecer su propia conciencia corporal y a percibirse mejor a sí mismos.